HIFU
HIFU facial
El HIFU facial es la última tecnología de ultrasonidos que permite elevar, tensar y tonificar la piel, sin la necesidad de un procedimiento quirúrgico. El tratamiento permite estimular naturalmente la formación de nuevo colágeno en las capas profundas de la piel.
HIFU facial para rejuvenecer sin cirugía
El cuidado del rostro es un hábito importante en aquellas personas que les gusta sentirse bien con su aspecto físico. Mantenerse sin líneas de expresión, producto de la perdida de colágeno en la piel, llega a ser una preocupación en quienes ven su deterioro antes de tiempo.
Los ultrasonidos se usan para producir unos puntos térmicos debajo de la piel, alcanzando una temperatura entre los 60 a 70 grados, lo que permite la contracción del músculo y reactivación de la creación de colágeno en la zona trabajada, en este caso en el rostro.
Desde su primera aplicación se pueden notar las mejoras en el cutis dejándolo más lozano y tenso. Al realizarse otras sesiones, se obtiene el deseado estiramiento y levantamiento de las regiones tratadas, que pueden ser la línea mandibular, cuello, escote, elevar las cejas y disminuir las bolsas de los párpados.
El tratamiento permite reducir completamente la flacidez en personas jóvenes. En aquellos que tienen una edad más avanzada puede disminuir las líneas faciales, pero no en su totalidad, depende de la profundidad o deterioro que presente la piel.
¿Cómo es una sesión?
Comienza con el desplazamiento del cabezal generando un efecto térmico, a una profundidad de 4 a 6 milímetros de la epidermis, elevando la temperatura de la zona tratada e impactando sobre las estructuras biomoleculares, creando un efecto irreversible de tensión en la piel.
Durante la sesión se desencadena la activación de una cascada de mediadores biológicos que producen la estimulación del fibroblasto y la restructuración proteica, produciendo un aumento de la vascularización de la piel, crecimiento de la producción del colágeno y otros componentes fibrilares que el fibroblasto produce.
El especialista debe evaluar a cada paciente antes de comenzar el proceso y luego indicar cuántas sesiones necesita para conseguir el efecto deseado, pero lo usual es realizar una sesión cada 21 o 30 días para que los fibroblastos regeneren elastina y colágeno. En los casos donde la flaccidez está avanzada, la persona puede hacer una sesión cada siete días durante dos o tres semanas y luego dejar un espacio de hasta 21 a 30 días para obtener mejores resultados.
Una de las ventajas más destacadas es que permite lucir un rostro natural y evita perder los rasgos, cosa que en ocasiones sucede al someterse a una cirugía plástica, convirtiéndolo en uno de los tratamientos más eficaces para las personas que quieren ocultar retoques.
Por todos los beneficios que presenta en el cuidado del rostro, es uno de los tratamientos más demandados y utilizado por las celebridades, ya que no requiere ningún tipo de reposo posterior. Además, es una técnica segura que puede aplicarse en cualquier tipo de piel y época del año, cosa que lo convierte en una alternativa para decirle adiós a las cirugías invasivas.